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lunes, 22 de noviembre de 2010

La Duda. Del Guerrero de La Luz de Paulo Coelho.


Cuenta Sri Ramakrisna que un hombre se aprestaba a cruzar un río cuando el maestro Bibhishana se aproximó, escribió un nombre en una hoja, la ató a la espalda del hombre y le dijo:
- No tengas miedo. Tu fe te ayudará a caminar sobre las aguas. Pero en el instante en que pierdas la fe, te ahogarás.
El hombre confió en Bibhishana y comenzó a caminar sobre las aguas, sin ninguna dificultad, A cierta altura, no obstante, sintió un inmenso deseo de saber lo que su maestro había escrito en la hoja atada a sus espaldas.
La cogió y leyó lo que estaba escrito:
“¡Oh, dios Rama, ayuda a este hombre a cruzar el río”
“¿Sólo esto?”, pensó el hombre. “¿Quien es este dios Rama, al fin y al cabo?”
En el momento en que la duda se instaló en su mente él se sumergió y se ahogó en la corriente.
Cuando dudamos en el trayecto para el logro de una meta poderosa esta parece desvanecerse si no retomas la confianza en ti mismo y en tu propósito. Respira profundo, busca opciones de mejora y sigue adelante, evita abandonar tu meta, mejora tu actitud!!! Saludos cordiales, Manuel.

viernes, 8 de octubre de 2010

Es considerado normal...

1] cualquier cosa que nos haga olvidar nuestra verdadera identidad y nuestros sueños, y nos haga apenas trabajar para producir y reproducir.
2] tener reglas para una guerra (Convención de Ginebra).
3] emplear varios años estudiando en la universidad, y después no conseguir trabajo.
4] trabajar de nueve de la mañana a cinco de la tarde en algo que no da ninguna satisfacción, con la condición de poder jubilarse después de treinta años.
5] Jubilarse, descubrir que ya no se tiene energía para disfrutar de la vida, y morir pocos años después, de aburrimiento.
6] Usar botox.
7] Procurar tener éxito financiero, en lugar de buscar la felicidad.
8] Ridiculizar al que busca la felicidad en lugar del dinero, calificándolo de “persona sin ambición”.
9] Comprar objetos como coches, casas, ropas y definir la vida en función de estas comparaciones, en lugar de intentar averiguar la verdadera razón de estar vivo.
10] No hablar con extraños. Criticar al vecino.
11] Considerar que los padres siempre tienen la razón.
12] Casarse, tener hijos, y continuar juntos aunque el amor haya terminado, alegando que es por el bien de los niños (como si éstos no presenciaran las constantes peleas).
12ª] Criticar a todo aquel que intenta ser diferente.
14] Empezar el día con un despertador histérico al lado de la cama.
15] Creer que es verdadero absolutamente todo lo que está impreso.
16] Llevar un pedazo de tela de colores atado al cuello, sin ninguna utilidad conocida, pero que todos conocen con el pomposo nombre de “corbata”.
17] Nunca ser directo en las preguntas, aunque la otra persona entienda lo que se está queriendo saber.
18] Mantener la sonrisa en los labios cuando se tienen unas ganas locas de echarse a llorar. Y sentir piedad por todos los que demuestran sus sentimientos íntimos.
19] Pensar que el arte vale una fortuna, o que no vale absolutamente nada.
20] Despreciar por sistema lo que se consiguió fácilmente, porque, como no se dio el “sacrificio necesario”, no debe de tener las cualidades requeridas.
21] Seguir la moda, incluso cuando parece ridícula e incómoda.
22] Estar convencido de que todo famoso debe tener guardados montones de dinero.
23] Dedicar mucho esfuerzo a la belleza exterior, y preocuparse poco con la belleza interior.
24] Usar todos los medios posibles para mostrar que, aun siendo una persona normal, uno está infinitamente por encima del resto de los seres humanos.
25] A bordo de un transporte público, nunca mirar directamente a los ojos de la gente, pues tal cosa podría entenderse como un intento de seducción.
26] Al entrar al ascensor, mantenerse orientado hacia la puerta de salida, y comportarse como si no hubiera ningún otro ser humano allí dentro, por muy abarrotado que esté el lugar.
27] Jamás reírse a carcajadas en un restaurante, por muy buena que sea la historia.
28] En el hemisferio norte, elegir la ropa que se lleva de acuerdo a la estación del año: brazos desnudos en primavera (por mucho frío que haga) y jersey de lana en otoño (aunque haga mucho calor).
29] En el hemisferio sur, llenar el árbol de navidad de algodón, aunque el invierno no tenga nada que ver con el nacimiento de Cristo.
30] Cuando alguien llega a mayor, creerse dueño de toda la sabiduría del mundo, aunque muchas veces no se haya vivido lo suficiente para reconocer lo correcto.
31] Ir a una feria de beneficencia y pensar que con eso ya se ha hecho bastante para acabar con las desigualdades sociales del mundo.
32] Comer tres veces al día, aunque no se tenga hambre.
33] Creer que los otros siempre nos superan en todo: son más atractivos, más competentes, más ricos, más inteligentes, etc. Es muy arriesgado aventurarse más allá de las propias limitaciones: lo más conveniente es no hacer nada.
34] Hacer del coche un medio para sentirse poderoso, y capaz de dominar el mundo.
35] Soltar improperios en el tráfico.
36] Pensar que todo lo malo que hace el hijo de uno es por culpa de las malas compañías.
37] Casarse con la primera persona que dispone de cierto estatus social. El amor puede esperar.
38] Repetir continuamente “Yo al menos lo intenté”, aunque en realidad no se haya intentado absolutamente nada.
39] Postergar las experiencias más interesantes de la vida para cuando ya no quedan fuerzas para llevarlas a cabo.
40] Huir de la depresión con fuertes dosis diarias de televisión.
41] Pensar que todo lo conquistado se puede dar por seguro para siempre.
42] Creer que a las mujeres no les gusta el fútbol, y que a los hombres no les gusta la decoración.
43] Echarle al gobierno la culpa de todo.
44] Estar convencido de que ser una persona buena, decente, educada, conlleva que los demás la consideren débil, vulnerable y fácilmente manipulable.
45] Estar igualmente convencido de que la agresividad y la descortesía en el trato con los otros equivale a tener una personalidad poderosa.
46] Tener miedo de la fibroscopia (los hombres) y del parto (las mujeres).
47] Por último, creer que la religión de uno, además de la única dueña de la verdad absoluta, es la más importante, la mejor, y que todos los seres humanos de este inmenso planeta que crean en cualquier otra manifestación de Dios están condenados al fuego del infierno.
Tomado del blog de Paulo Coelho.
http://paulocoelhoblog.com/2009/12/21/inventario-de-la-normalidad/?ref=nf
El artículo no es mío, es tomado del blog de Paulo Coelho y prácticamente lleva jirivilla de ironía y por eso también comento que el punto 15 es muy interesante y dice: es considerado normal... 15. Creer que es verdadero absolutamente todo lo que está impreso. --> O sea que, si aceptáramos como normal muchas cosas en la vida ya no estaríamos aquí o estaríamos muy enfermos, deprimidos o maldiciendo a medio mundo y esa no es la idea. Ahora lee cada punto como anormal y cambia el asunto y la perspectiva en consecuencia. Saludos!!!
De hecho ya lo hiciste cuestionando cada punto!!! Es la magia de la literatura irónica como si fuera Psicología Inversa!!!

jueves, 12 de agosto de 2010

Manual para subir montañas de Paulo Coelho.



1. Escoge la montaña que deseas subir: no te dejes llevar por los comentarios de los demás, que dicen “esa es más bonita”, o “aquella es más fácil”. Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú el único responsable y debes estar seguro de lo que estás haciendo.
2. Sabe como llegar frente a ella: muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, ineresante, llena de desafíos. Pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que es´ta rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.
3. Aprende de quien ya caminó por allí: por más que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, per no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.
4. Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, claro. Hay hendiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo. Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.
5. El paisaje cambia, así que aprovéchalo: claro que hay que tener un objetvo en mente: llegar a lo alto. Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama de alrededor. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habias dado cuenta.
6. Respeta tu cuerpo: sólo consigue subir una montaña aquél que presta a su cuerpo la atención que merece. Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar. Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad. Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.
7. Respeta tu alma: no te repitas todo el rato “voy a conseguirlo”. Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además termina por echar a perder la escalada. Pero atención, tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, pues eso te hará perder la fuerza interior.
8. Prepárate para caminar un kilómetro más: el recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos. Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.
9. Alégrate cuando llegues a la cumbre: llora, bate palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón. Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida. Lo conseguiste.
10. Haz una promesa: aprovechas que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y dite a ti mosmo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas utilizar. Y, si es posible, promete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura. 11. Cuenta tu historia: sí, cuenta tu historia. Ofrece tu ejemplo. Di a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas.



jueves, 27 de mayo de 2010

Las cinco leyes del combate de Sun Tzu



En este artículo que les comparto el tema de "Las 5 leyes del combate de Sun Tzu" viene acompañado de textos de Paulo Coelho acerca de cada ley para ilustrar mejor el sentido de lo que Sun Tzu propone. Esta lleno de Sabiduría y Enseñanza. Disfrútenlo y como ejercicio les recomiendo escribir por cada ley una reflexión de cómo están o se sientes Ustedes respecto a cada una. Da mucha luz personal.


El arte de la guerra,” escrito por Sun Tzu el año 490 a. de C., habla de las cinco leyes del combate:
La fe: antes de entrar en combate, hay que creer en el motivo de la lucha.
El rabino Zuya tenía tanta fe que se propuso conocer los misterios divinos. Para ello, decidió imitar la vida de Moisés.
Durante años, intentó comportarse como el profeta, sin conseguir los resultados esperados. Una noche, agotado tras mucho estudiar, cayó rendido en sueños.
En sus sueños, Dios se le aparecía:
-¿Por qué estás tan perturbado, hijo mío? –preguntó.
-Mis días en la Tierra terminarán, y estoy lejos de llegar a ser como Moisés –respondió Zuya-. He luchado con todas mis fuerzas, sin resultado alguno.
-Si Yo necesitara de otro Moisés, ya lo habría creado –dijo Dios-. Cuando te presentes delante de Mí para el Juicio Final, no te preguntaré por qué no fuiste como Moisés, sino quién fuiste tú. Intenta ser un buen Zuya.

El Compañero: escoge bien a tus aliados y aprende a luchar acompañado, porque nadie gana una guerra solo.
Un panadero quería conocer a un gran gurú, y lo invitó a comer. La víspera, este fue a la panadería disfrazado de mendigo, cogió un pan y empezó a comer. El panadero lo echó a la calle.
Al día siguiente, el gurú y un discípulo fueron a casa del panadero, y se encontraron con un gran banquete. En mitad de la comida, el discípulo preguntó:
-¿Cómo distinguir al hombre bueno del malo?
-Basta con mirar a este panadero. Es capaz de gastarse diez monedas de oro en un banquete porque soy célebre, pero es incapaz de dar un pedazo de pan a un mendigo hambriento.

El tiempo: una lucha en invierno es diferente de una lucha en verano; un mal guerrero no presta atención al problema cuando este es pequeño. Y cuando crece, se siente incapaz de superarlo.
Un vendedor de camellos llegó a una aldea para vender sus hermosos animales a un precio inmejorable. Todos compraron, menos el Sr. Hoosep.
Un tiempo más tarde, llegó a la aldea otro vendedor con excelentes camellos, pero a un precio bastante más alto. En esta ocasión, Hoosep compró algunos animales.
-No compraste los camellos cuando eran casi gratis, y ahora los compras por el doble –le criticaron sus amigos.
-Aquellos que estaban baratos eran muy caros para mí, porque en aquella época tenía muy poco dinero –respondió Hoosep-. Estos pueden parecer más caros; sin embargo, para mí son baratos, puesto que tengo más que suficiente para comprarlos.

El espacio: no se lucha de la misma manera en un desfiladero que en una llanura. Considera siempre lo más favorable que hay a tu alrededor.
Caminaba por una pequeña carretera del norte de España cuando vi a un campesino tumbado en un jardín.
-Está usted pisando las flores –le dije.
-No –respondió-. Estoy intentando quitarles un poco de su dulzura.

La estrategia: el mejor guerrero es aquel que prepara bien su combate.
Los guerreros ninja van al campo donde se acaba de plantar el maíz. Obedeciendo la orden de su maestro, saltan por encima de los lugares donde se sembraron las semillas.
Todos los días los guerreros ninja vuelven al campo. La semilla se transforma en brote, y ellos saltan por encima. El brote se transforma en una pequeña planta, y ellos saltan por encima.
No se aburren. No creen que sea una pérdida de tiempo.
El maíz crece, y los saltos son cada vez más altos. Así, cuando la planta está madura, los guerreros ninja todavía son capaces de saltar por encima de ella.
¿Por qué? Porque conocen bien su obstáculo.

E

Texto de Edición 225 del Boletín Electrónico Guerrero de La Luz de Paulo Coehlo http://www.warriorofthelight.com/ 


jueves, 20 de mayo de 2010

Ser como el río que fluye y dile adiós al pasado

Les presento dos vídeos con textos de Paulo Coelho, son magníficos los temas y como los aborda Coelho. Son a su vez temas recurrentes en sesiones de Coaching y que impiden a las personas poder alcanzar sus metas. Disfruten los vídeos y reflexionen sobre los textos.

"Ser como el río que fluye" vídeo asociado al libro del mismo nombre de Paulo Coelho, me gusto mucho el vídeo y los textos derivados del libro. Se los recomiendo y vívanlo con una larga caminata, su alma ya lo sabe...


El vídeo siguiente habla de uno de los temas recurrentes que impiden lograr cumplir las metas personales u organizacionales, me refiero a la costumbre, a la necesidad o apego al orden anterior que aunque sabemos ya no funciona lo mantenemos e impedimos surja lo nuevo, lo revitalizante. A cerrar círculos y ciclos pasados y permite que entre lo nuevo a tu vida.

He aquí pues dos importantes claves para lograr el cumplimiento de metas.
Saludos cordiales.
Manuel