Tu tiempo es limitado,de modo que no lo malgastes viviendo la vida de alguien
distinto.No quedes atrapado en el dogma,que es vivir como otros piensan que
deberías vivir.No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia
voz interior.Y,lo que es más importante,ten el coraje para hacer lo que te dicen tu
corazón y tu intuición. Ellos ya saben de algún modo en qué quieres convertirte
realmente.Todo lo demás es secundario.
Steve Jobs, fundador de Apple.
A continuación quiero dejar en esta bitácora el texto del Famoso Discurso que Steve Jobs dió en la Universidad de Stanford y del cual existe un vídeo en youtube.
Encuentren lo que aman’: Steve Jobs
REDACCIÓN/ESPECIAL
NOTA PUBLICADA: 25/8/2011
REDACCIÓN/ESPECIAL
NOTA PUBLICADA: 25/8/2011
Tienen que encontrar eso que aman.
Me siento honrado de estar con ustedes hoy en su
ceremonia de graduación en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca
me gradué de una universidad. La verdad sea dicha, esto es lo más cerca que he
estado de una graduación. Hoy deseo contarles tres historias de mi vida. Eso
es. No es gran cosa. Sólo tres historias.
La primera historia se trata de conectar los
puntos.
Me retiré del Reed College después de los primeros
6 meses y seguí yendo de modo intermitente otros 18 meses o más antes de
renunciar de verdad. Entonces, ¿por qué me retiré?
Comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica
era joven, estudiante de universidad graduada, soltera, y decidió darme en
adopción. Ella creía firmemente que debía ser adoptado por estudiantes
graduados. Por lo tanto, todo estaba arreglado para que apenas naciera fuera
adoptado por un abogado y su esposa; salvo que cuando nací, decidieron en el último
minuto que en realidad deseaban una niña. De ese modo, mis padres que estaban
en lista de espera, recibieron una llamada en medio de la noche preguntándoles:
“Tenemos un niño no deseado; ¿lo quieren?”.
Ellos dijeron “Por supuesto”.
Posteriormente, mi madre biológica se enteró que mi
madre nunca se había graduado de una universidad y que mi padre nunca se había
graduado de la enseñanza media. Se negó a firmar los papeles de adopción
definitivos. Sólo cambió de parecer unos meses más tarde cuando mis padres
prometieron que algún día yo iría a la universidad.
Luego a los 17 años fui a la universidad. Sin
embargo, ingenuamente elegí una universidad casi tan cara como Stanford y todos
los ahorros de mis padres de clase obrera fueron gastados en mí matrícula.
Después de 6 meses yo no era capaz de apreciar el valor de lo anterior. No
tenía idea de lo que quería hacer con mi vida y no tenía idea de la manera en
que la universidad me iba a ayudar a deducirlo.
Y aquí estaba yo, gastando todo el dinero que mis
padres habían ahorrado durante toda su vida. Así que decidí retirarme y confiar
en que todo iba a resultar bien. Fue bastante aterrador en ese momento, pero
mirando hacia atrás fue una de las mejores decisiones que tomé. Apenas me
retiré, pude dejar de asistir a las clases obligatorias que no me interesaban y
comencé a asistir irregularmente a las que se veían interesantes.
No todo fue romántico. No tenía dormitorio, dormía
en el piso de los dormitorios de amigos, llevaba botellas de Coca Cola a los
depósitos de 5 centavos para comprar comida y caminaba 11 kilómetros, cruzando
la ciudad todos los domingos en la noche para conseguir una buena comida a la
semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. La mayor parte de las cosas con
que tropecé siguiendo mi curiosidad e intuición resultaron ser inestimables
posteriormente.
Les doy un ejemplo: en ese tiempo Reed College
ofrecía quizás la mejor instrucción en caligrafía del país. Todos los afiches,
todas las etiquetas de todos los cajones estaban bellamente escritos en
caligrafía a mano en todo el campus. Debido a que me había retirado y no tenía
que asistir a las clases normales, decidí tomar una clase de caligrafía para
aprender.
Aprendí de los tipos serif y san serif, de la
variación de la cantidad de espacio entre las distintas combinaciones de
letras, de lo que hace que la gran tipografía sea lo que es. Fue hermoso,
histórico, artísticamente sutil de una manera en que la ciencia no logra
capturar, y lo encontré fascinante.
Nada de esto tenía incluso una esperanza de
aplicación práctica en mi vida. No obstante, diez años después, cuando estaba
diseñando la primera computadora Macintosh, todo tuvo sentido para mí. Y todo
lo diseñamos en la Mac. Fue la primera computadora con una bella tipografía. Si
nunca hubiera asistido a ese único curso en la universidad, la Mac nunca habría
tenido tipos múltiples o fuentes proporcionalmente espaciadas.
Además, puesto que Windows sólo copió la Mac, es
probable que ninguna computadora personal la tendría. Si nunca me hubiera retirado,
nunca habría asistido a esa clase de caligrafía, y las computadoras personales
no tendrían la maravillosa tipografía que tienen. Por supuesto era imposible
conectar los puntos mirando hacia el futuro cuando estaba en la universidad.
Pero fue muy, muy claro mirando al pasado diez años después.
Reitero, no pueden conectar los puntos mirando
hacia el futuro; solamente pueden conectarlos mirando hacia el pasado. Por lo
tanto, tienen que confiar en que los puntos de alguna manera se conectarán en
su futuro. Tienen que confiar en algo –su instinto, su destino, su vida, su
karma, lo que sea. Esta perspectiva nunca me ha decepcionado, y ha hecho la
diferencia en mi vida.
La segunda historia es sobre amor y pérdida.
Yo fui afortunado –descubrí lo que amaba hacer
temprano en la vida. Woz (Stephen Wozniac) y yo comenzamos Apple en el garage
de mis padres cuando tenía 20 años. Trabajamos duro y en 10 años Apple había
crecido a partir de nosotros dos en un garaje, transformándose en una compañía
de US$2 mil millones con más de 4 mil empleados. Recién habíamos presentado
nuestra más grandiosa creación –la Macintosh– un año antes y yo recién había
cumplido los 30. Y luego me despidieron. ¿Cómo te pueden despedir de una
compañía que comenzaste?
Bien, debido al crecimiento de Apple contratamos a
alguien que pensé que era muy talentoso para dirigir la compañía conmigo, los
primeros años las cosas marcharon bien. Sin embargo, nuestras visiones del
futuro empezaron a desviarse y finalmente tuvimos un tropiezo. Cuando ocurrió,
la Junta del Directorio lo respaldó a él. De ese modo a los 30 años estaba
afuera. Había desaparecido aquello que había sido el centro de toda mi vida
adulta, fue devastador.
Permanezcan hambrientos
Por unos cuantos meses, realmente no supe qué
hacer. Sentía que había decepcionado a la generación anterior de empresarios,
que había dejado caer la estafeta cuando me la estaban pasando. Me encontré con
David Packard y Bob Noyce e intenté disculparme por haberlo echado a perder tan
estrepitosamente. Fue un absoluto fracaso público e incluso pensaba en alejarme
del valle. No obstante, lentamente comencé a entender algo: yo todavía amaba lo
que hacía. El revés ocurrido con Apple no había cambiado eso ni un milímetro.
Había sido rechazado, pero seguía enamorado. Y así decidí comenzar de nuevo.
En ese entonces no lo entendí, pero sucedió que ser
despedido de Apple fue lo mejor que podía haberme pasado. La pesadez de ser
exitoso fue reemplazada por la liviandad de ser un principiante otra vez, menos
seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de las etapas más creativas de mi
vida. Durante los siguientes cinco años, comencé una compañía llamada NeXT,
otra compañía llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que se
convirtió en mi esposa. Pixar continuó y creó la primera película en el mundo
animada por computadora, Toy Story, y ahora es el estudio de animación más
exitoso a nivel mundial.
En un notable giro de los hechos, Apple compró
NeXT, regresé a Apple y la tecnología que desarrollamos en NeXT constituye el
corazón del actual renacimiento de Apple. Además, con Laurene tenemos una
maravillosa familia. Estoy muy seguro de que nada de esto habría sucedido si no
me hubiesen despedido de Apple. Fue una amarga medicina, pero creo que el
paciente la necesitaba. En ocasiones la vida te golpea con un ladrillo en la
cabeza. No pierdan la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir
fue que yo amaba lo que hacía. Tienen que encontrar eso que aman. Y eso es tan
válido para su trabajo como para sus amores. Su trabajo va a llenar gran parte
de sus vidas y la única manera de sentirse realmente satisfecho es hacer
aquello que creen es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo
es amando lo que hacen. Si todavía no lo han encontrado, sigan buscando. No se
detengan. Al igual que con los asuntos del corazón, sabrán cuando lo
encuentren. Y al igual que cualquier relación importante, mejora con el paso de
los años. Así que sigan buscando hasta que lo encuentren. No se detengan.
La tercera historia es sobre la muerte
Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo
parecido a “Si vives cada día como si fuera el último, es muy probable que
algún día hagas lo correcto”. A mí me impresionó y desde entonces, durante los
últimos 33 años, me miro al espejo todas las mañanas y me pregunto: “Si hoy
fuera en último día de mi vida, ¿querría hacer lo que estoy a punto dehacer
hoy?”
Y cada vez que la respuesta ha sido “No” por varios
días seguidos, sé que necesito cambiar algo.
Recordar que moriré pronto constituye la
herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las
grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo –todas las expectativas
externas, todo el orgullo, todo el temor a la vergüenza o al fracaso – todo eso
desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente aquello que es
realmente importante. Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco
para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos.
No hay ninguna razón para no seguir a su corazón.
Casi un año atrás me diagnosticaron cáncer. Me
hicieron un scanner a las 7:30 de la mañana y claramente mostraba un tumor en
el páncreas. Yo ni sabía lo que era el páncreas.
Los doctores me dijeron que era muy probable que
fuera un tipo de cáncer incurable y que mis expectativas de vida no superarían
los tres a seis meses. Mi doctor me aconsejó irme a casa y arreglar mis
asuntos, que es el código médico para prepararte para la muerte.
Significa intentar decirle a tus hijos todo lo que
pensabas decirles en los próximos 10 años, decirlo en unos pocos meses.
Significa asegurarte que todo esté finiquitado de modo que sea lo más sencillo
posible para tu familia. Significa despedirte.
Viví con ese diagnóstico todo el día. Luego al
atardecer me hicieron una biopsia en que introdujeron un endoscopio por mi
garganta, a través del estómago y mis intestinos, pincharon con una aguja mi
páncreas y extrajeron unas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi
esposa, que estaba allí, me contó que cuando examinaron las células en el
microscopio, los doctores empezaron a llorar porque descubrieron que era una
forma muy rara de cáncer pancreático, curable con cirugía. Me operaron y ahora
estoy bien. Fue lo más cercano que he estado a la muerte y espero que sea lo
más cercano por unas cuantas décadas más. Al haber vivido esa experiencia,
puedo contarla con un poco más de certeza que cuando la muerte era un útil pero
puramente intelectual concepto:
Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir
al cielo, no quiere morir para llegar allá. La muerte es el destino que todos
compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y es como debe ser porque la Muerte es
muy probable que sea la mejor invención de la Vida. Es el agente de cambio de
la Vida. Elimina lo viejo para dejar paso a lo nuevo. Ahora mismo, ustedes son
lo nuevo, pero algún día, no muy lejano, gradualmente ustedes serán viejos y
serán eliminados. Lamento ser tan trágico, pero es muy cierto.
Su tiempo tiene límite, así que no lo pierdan
viviendo la vida de otra persona. No se dejen atrapar por dogmas –es decir,
vivir con los resultados del pensamiento de otras personas. No permitan que el
ruido de las opiniones ajenas silencien su propia voz interior. Y más
importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición, que de alguna
manera ya saben lo que realmente quieren llegar a ser. Todo lo demás es
secundario.
Cuando era joven, había una asombrosa publicación
llamada The Whole Earth Catalog, que era una de las Biblias de mi generación.
Fue creada por un tipo llamado Steward Brand no muy lejos de aquí en Menlo
Park, y la creó con un toque poético. Fue a fines de los 60, antes de las
computadoras personales y de la edición mediante microcomputadoras, por lo
tanto, en su totalidad estaba editada usando máquinas de escribir, tijeras y
cámaras polaroid. Era un tipo de Google en formato de edición económica, 35
años antes de que apareciera Google: era idealista y rebosante de hermosas
herramientas y grandes conceptos.
Steward y su equipo publicaron varias ediciones del
The Whole Earth Catalog, y luego cuando seguía su curso normal, publicaron la
última edición. Fue a mediados de los 70 y yo tenía la edad de ustedes. En la
tapa trasera de la última edición, había una fotografía de una carretera en el
campo temprano en la mañana, similar a una en que estarían pidiendo aventón si
fueran así de aventureros. Debajo de la foto decía: “Manténganse hambrientos.
Manténganse descabellados”. Fue su mensaje de despedida al finalizar.
Manténganse hambrientos. Manténganse descabellados. Siempre he deseado eso para
mí. Y ahora, cuando se gradúan para empezar de nuevo, es lo que deseo para
ustedes.
Permanezcan hambrientos.
Permanezcan descabellados.
Sin lugar a dudas Steve Jobs en vida ya trascendió a la posteridad por su talento empresarial y genio de creatividad sin igual.
Permanezcamos hambrientos, permanezcamos descabellados.
Saludos cordiales,
ManuelGBerumen Coaching para la Vida
www.coachingpnl-magberumen.com
manuel.bermag@gmail.com
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